Nació en Heracleópolis Magna, Egipto en el 251 y murió en Monte Colzim, Egipto en el 356 .
Fue un monje cristiano, fundador del movimiento eremítico. El relato de su vida, transmitido principalmente por la obra de san Atanasio, presenta la figura de un hombre que crece en santidad y lo convierte en modelo de piedad cristiana. el relato de su vida tiene elementos históricos y otros de carácter legendario; se sabe que abandonó sus bienes para llevar una existencia de ermitaño y que atendía a varias comunidades monacales en Egipto, permaneciendo eremita. Se dice que alcanzó los 105 años de edad.
Se afirma que dio orden de que sus restos reposasen a su muerte en una tumba anónima. Sin embargo, alrededor del 561 sus reliquias fueron llevadas a Alejandría, donde fueron veneradas hasta alrededor del siglo XII, cuando fueron trasladadas a Constantinopla.
Tras la caída de Constantinopla, las reliquias fueron llevadas a la provincia francesa del Delfinado,a una abadía que años después se hizo célebre bajo el nombre de Saint- Antoine - en - Viennois. La devoción por este santo llegó también a tierras valencianas, difundida por el obispo de Tortosa a principios del siglo XIV.
La orden de los antonianos se ha especializado desde el principio en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra, sarna , enfermedades venereas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de san Antón o fuego sacro o culebrilla. se establecieron en varios puntos del Camino de Santiago, a las afuera de las ciudades, donde atendían a los peregrinos afectados.
Durante la Edad Media además tenían la costumbre de dejar sus cerdos sueltos por las calles para que la gente les alimentara. Su carne se destinaba a los hospitales o se vendía para recaudar dinero para la atención de los enfermos.
Hoy en nuestra parroquia celebramos San Antón, una fiesta muy tradicional donde todos aprovechamos para acercar a nuestros animales a la bendición.
Nos acompaña la música de la Banda Musical Virgen del Rosario dándole un aire mas festivo a la procesión. Gracias por vuestra colaboración.
También se reparten los tradicionales roscos de San Benito bendecidos por el párroco y repartidos a toda la comunidad al mismo tiempo que pasan los animales para la bendición. Como es costumbre estos roscos son ofrecidos por la familia Pérez Gil a la cual le damos las gracias un año más.
